ENTRE EL GARRONERO Y LA NOSTALGIA

Días pasados recibo en mi email, donde muchos compatriotas nos enviamos mensajes de toda índole, con tristezas, con alegrías, con esperanzas, divertidos, hermosos, aburridos, sosos, etc, etc., 2 correos de distintos compatriotas que hablan ó muestran características del país, allá a lo lejos. Lo que más me llamó la atención fue el tenor contrapuesto de uno con el otro.

Uno glamuroso, esplendoroso, con hermosos personajes y excelentes postales paisajísticas, el otro todo lo contrario, exhibiendo la picaresca y la ventaja de unos pobladores sobre otros, cosa que conocemos de sobra y la denominamos “el garronero”. Pero estos 2 puntos de vista tan dispares, como si fuese imposible, y aunque algún distraído no lo crea, coexisten en un mismo territorio geográfico.

 La gente linda, simpática, prometedora, emprendedora que vive de sus esfuerzos, sin joderle la vida al que tienen al lado y rodeada de hermosos y espléndidos paisajes (aunque alguno argumente que los embellecieron filmatográficamente para la realización del comercial de un producto de una multinacional), son parte de nuestro querido URUGUAY. Como también la anécdota del “bin Laden del Borro”, que nos retrata ese ser marginado, que lleva ya algunas generaciones poblando las periferias de nuestras ciudades, los “plancha” como los conocen algunos vulgarmente y otros les decimos “garroneros” no porque se hayan comido el “garrón”, sino porque “te meten el garrón”.

Y gracias a esa pequeña diferencia, y tratando de ilustrarme un poco al respecto, me topé con un sinfín de frases y expresiones que tenemos incorporadas al habla cotidiana, con significados bastante precisos, pero de las que en la mayoría de los casos desconocemos su origen.

Y claro ahí estaba la clásica “comerse un garrón”, que alude a un mal momento que nos hace pasar algo o alguien sin que nosotros seamos culpables o tengamos injerencia alguna en el asunto. La palabra garrón alude a la parte del cuerpo de la cual colgaban al animal muerto, muy cercana a la pezuña, no siendo apta para el consumo, y por consecuencia al que se la ofrecían engallándolo se atragantaba y se “comía el garrón”, pero el “garronero” es el que te lo mete.

Y la verdad, que se me fue la hora, pero me vinieron a la memoria tantos recuerdos gracias a todas esas frases, que aquí les dejo algunas: “Chaucha y palito”, “Chaucha” en la época de la Colonia era una moneda insignificante y “palito” es lo que nunca debe tener un buen mate, y esta frase se refiere al pobrísimo valor de alguna cosa.

“Meter la mula”, frase también originada en la época de la colonización que ya hacía gala de la “Viveza Criolla”, donde al pesar el cargamento, si el controlador se distraía también pesaban la “Mula”  por lo cual el peso total era mucho mayor.

“Tirar manteca al techo”, “Irse al tacho”, “Campo de orégano”, “Que lo arregle Mongo Aurelio”, “No quiere más Lola”. La primera hace referencia a los nene bien de la década del 20, que jugaban a untar manteca a el pan sobrante y dejarla pegada al techo usando el tenedor como catapulta, permitido por los responsables de los bares por las copiosas propinas que dejaban. La segunda alude a la época en que se industrializaba el sebo para hacer jabón, el cual se recogía de los sobrantes que tenían las carnicerías, entre los cuales a veces y misteriosamente se mezclaba algún buen corte, y cuando los descubrían y les preguntaban la respuesta era que debió “irse al tacho” con el sebo. También proveniente de esa época en que estaba surgiendo la patria, es la tercera. Cuando los agricultores descubren que plantando orégano entre los distintos cereales y hortalizas se libraban de los roedores que llenaban los campos de agujeros debido a sus madrigueras. Por eso transitar por un “campo de orégano” aseguraba no tener caídas ni tropiezos.

El tal “Mongo Aurelio” lo inventaron dos estudiantes de derecho de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Mosquera Eastman y Rafael Meilán, a comienzos de la década de 1940. “Mongo” que viene de un andalucismo y es algo despectivo, que designa a algo sin valor, a algo que a uno no le importa. Y “Aurelio” en honor del emperador Romano Marco Aurelio para darle un cierto lustre irónico y significaba que ante algún problema fastidioso o irresoluble recurrimos muchas veces a la tan trillada frase.

Y si se comieron todo esta perorata para saber quien era “Lola”, bueno espero que no se fastidien, pues era el nombre de unas galletitas elaboradas con los mejores ingredientes y sin agregados artificiales, por lo cual muchos médicos se las recomendaban a sus pacientes. Tan famosas y vox populi eran, que estando un medico extranjero de visita en un nosocomio, al ver a un enfermero empujar una camilla con un finado, le dice al colega que llevaba al lado “no quiere más Lola”.

Ahora el que les metí el garrón fui yo con toda esta nostalgia, pero bueno son cosas de los blogs. En definitiva, todo esto también hace un poco a lo que somos y porque lo somos, por supuesto que no tenemos la carga histórica que tienen los europeos, pero digamos que ya algo de bagaje a nuestras espaldas comienza a haber. No hay nada gratuito, ni fortuito, y es mejor reflexionar y admitir de donde lo heredamos y como nos condiciona esa herencia.

Pero el reconocer de dónde venimos y porque somos de una u otra forma, de ninguna manera debe interpretarse como denigratorio ó a vergonzante. Todo lo contrario, debemos enorgullecernos de donde provenimos y agradecer a nuestros antecesores que nos dieron el mejor futuro que nos podían dar. Para comprender un poco mejor, siempre es bueno volver sobre varias fuentes de información de la historia, pues hay muchos puntos de vistas, pero enseguida que reconozcamos algunos similares, casi seguro que se aproximará mucho a lo que fue la realidad.
“El bin Laden del Borro”.

Hola, soy un habitante del asentamiento 40 semanas. Tengo 5 pendejos, por los que gracias a vos cobro $ 1.200 de asignación por cada uno ($ 6.000). También cobro

$ 2.400 por el Plan de Equidad, y $ 2.400 de mi jermu por "anotarse" como madre soltera sin laburo ($ 4.800). Vivo con los viejos de ella, que tienen otros 2 Planes iguales. En total son $ 15.600 que nos entran gratis, ninguno trabaja.
Y si tengo ganas me voy a un semáforo, saco $ 200 por hora o sea que en el mes sólo de eso puedo sacar $ 40.000, más lo otro. ¿entienden? No pago ningún impuesto, tengo subsidio de electricidad porque me dejan colgarme, me dan bolsones de comida, y por eso

 tengo championes Adidas de $ 2.800, veo TV sin problema enganchado en el Cable, y tengo celular de última generación que me salió "gratis" porque lo afané. De la comida de mis hijos se ocupa la escuela pública y la ONG del barrio, y si alguna maestra se mete a rezongarlos, allá voy yo a agarrarla a trompadas.

Me río de los imbéciles que trabajan y pagan los impuestos. Este sistema es un paraíso para mí, y siempre los bolches tendrán mi voto.
Me importa un carajo que me odies, porque yo te odio más, y cada vez que te corten una calle, quemen cubiertas, te rompan la vereda, rayen el auto, te ensucien, te pinten la casa, no te dejen dormir con la música, te afanen, te pisen, te escupan, te dejen la basura tirada por cualquier lado, tenés que acordarte que yo existo GRACIAS A VOS y a tus LINDOS IMPUESTOS QUE PAGÁS ...

Chau, GIL DE GOMA!!!   El bin Laden del Borro.