El fotógrafo no solo es el que enfoca y aprieta el disparador, ó el que es capaz de captar aquella instantánea que solo él ve. El fotógrafo es el arquitecto, es el escenógrafo, es el director, y el manipulador y creador de la escena. Y debe ser también quien interprete de forma acertada que esperan los demás de su trabajo, siempre y cuando trabaje contratado por alguien con determinado propósito.
Pero siempre está el subjetivo de por medio, aunque sea un reto manifestarse profesionalmente siguiendo las rutinas, la normas, las técnicas aprendidas y ciertos tips que el propio fotógrafo y todo el mundo sabe de antemano de cómo debe operar un profesional de la fotografía, amén de todo lo expuesto, subjetivamente se atreverá a mostrar su faceta más atrevida, generando nuevos espacios de arte, no solo para los demás, sino en un principio como un desafío a sí mismo, para demostrarse que es capaz de crear, de sugerir al resto que existe otra posible interpretación, que es la suya, imprimiéndole una característica diferente, que luego, si la mantiene, será como la marca, por la cual lo distingan.
Los hay que son más personalistas que otros, que hacen su obra para...