Si señores/ras creer ó reventar, los casos saltan a la vista por doquier, cremas de día y de noche, para rejuvenecer y fortificar, para tonificar e hidratar, etc. etc. Nadie quiere que se note el paso inexorable del tiempo, y es como si vencer el paso del tiempo nos diera más vitalidad, aunque dentro de nuestros pensamientos más íntimos sepamos que a la larga ó a la corta todo llega. Sin embargo, los eslogan ya están hechos y los adaptamos a las mil maravillas, “envejecer sí, pero con dignidad”, dicen los más cautos, atajándose para luego no ser condenados, cuando se sepa la cantidad de cremitas que usan a diario, acompañado de ciertos masajes, que según afirman los... profesionales de la cosmética, ayuda a tensar la piel y mantenerla con vida.
No me cabe ni la más mínima duda de que las empresas de cosmética realizan actividades de investigación y desarrollo conociendo a la perfección y cada vez mejor los procesos implicados en el envejecimiento de la piel, sobre todo. Y a partir de este punto, es el momento de diferenciar las calidades de los productos en base a la ética de la empresa que los produce y los análisis de laboratorios externos y nacionales que avalan esa producción, para que no nos metan gato por liebre y paguemos solo la marca pues de funcionalidad ya casi nada queda.
Los estudios dermatológicos indican que a partir de los 25 años nuestra piel se vuelve más vulnerable, y es entonces cuando tenemos que echar mano de tratamientos para impedir la destrucción de las células, favoreciendo la circulación y eliminando toxinas manteniendo la máxima hidratación. Las arrugas superficiales pueden tratarse con vitamina C y retinol, componentes de algunas cremas rejuvenecedoras, y que no son de ayuda para problemas mayores.
Las cremas son muy eficaces a la hora de cuidar la piel y mantenerla en mejores condiciones.
Un menor desgaste de la piel se produce con la aplicación de cremas nutritivas e hidratantes, la limpieza facial ayuda y también una dieta sana y una vida tranquila y activa.
Afortunadamente, las cremas de noche son, si no el mágico, al menos el efectivo suplemento para mantener nuestra dermis tan suave y fresca por el mayor tiempo posible.
En la noche la piel se renueva más rápidamente que durante el día, alcanzando su pico entre la 1 y las 3 de la madrugada. Mientras dormimos, nuestro ritmo respiratorio se estabiliza, nuestra circulación se regulariza y las células se limpian. Por tanto, las cremas de noche cuentan con un gran poder regenerativo, nutritivo y antioxidante.
A pesar de estas cualidades, no todas las cremas nocturnas surten el mismo efecto en cada persona. Un factor clave es la edad, ya que algunas diseñadas para mujeres mayores tienen una determinada proporción de componentes químicos que no son necesarios en mujeres jóvenes y cuyo exceso puedes afectarles negativamente. Las cremas mantienen el agua de la piel, hidratándola y consiguiendo un equilibrio necesario para evitar el envejecimiento. Los dermatólogos, además, recomiendan la utilización de protección solar en todas las etapas de la vida.
Es recomendable complementar el uso de estas cremas con otras cremas para el día (acorde a nuestro tipo de piel) y bloqueador solar (que debe ser usado todo el año). Además, no hay que olvidar desmaquillarse correctamente antes de aplicarlas, de modo que la piel esté preparada y libre de impurezas para que pueda absorber mejor sus nutrientes.
En fin dijo SERAFIN, así están las cosas señoras y señores (si, si, no os hagáis los desentendidos porque a vosotros también os toca), habrá que ir tomándose el tiempo necesario para aplicarnos las cremitas para por lo menos llegar a los 100 con dignidad.
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