REFLEXIONES ANTES DE TOCAR FONDO

Cuando se llega realmente a controlar la situación en la que uno se encuentra al presente? Y como se hace? Pues la adicción al más impresionante aparato electrónico jamás creado nos desborda, léase televisor. Nos controlan a través de él, nos dicen como pensar, como sentirnos, nos crean complejos de inferioridad y de culpabilidad para manejarnos a su antojo.

 Y cuando por X causa no damos la talla de los valores que subrepticiamente nos han inculcado, el sentimiento de culpa se convierte en frustración y ahí es cuando se nos vuelan todas las papeletas.

El inconveniente, se presenta cuando luego de haber tocado fondo, de habernos compadecido de nosotros mismos lo suficiente, de darnos lástima, nos damos cuenta que no sabemos ni nos han enseñado a salir del atolladero en el que nos encontramos. Pues sí, en este juego no hay retorno, y creo, mejor dicho estoy casi seguro que ni siquiera el que inventó el juego lo sabía. Esto juego social que se llama sobrevivir, no tiene retorno a esquemas anteriores,  es de punta y para adelante y lo único permanente es el cambio continuo. Y para colmo de males los más afectados no son las nuevas generaciones, pues ellas se habituaran al ir haciendo de cada día, los que realmente la tenemos jodida somos los que ya llevamos ½ vida hecha, y justo nos cambian las reglas de juego, en el momento en que nuestras fuerzas comienzan a medrar.

Aislarse no...  sirve, arrinconarse tampoco, hay que salir al encuentro. ¿Pero al encuentro de qué? Pues de la vida, del mundo, hay que airearse, conectarse, relacionarse, entreverarse con la gente y erguir los hombros y esbozar una sonrisa, para que nos devuelvan  la misma actitud. Hay que crear sinergias, entusiasmo, alegría, locuras y aventuras. En el camino van a aparecer los seres importantes para nosotros, aquellos que nos insuflen ánimo, dirección, y que cuando menos lo creamos de su lenguaje aparecerá la idea que nos sacará del trance que estamos viviendo. Eso sí, lo contrario, aislarse, arrinconarse mentalmente, sumirse en su propio sollozo, nos volverá más pobres de espíritu y como personas. Y lo mejor que podemos hacer por los pobres es, no ser uno de ellos.

El proceso es siempre el mismo. Usted necesita saber qué es lo que está buscando y luego ¡salir a Buscarlo! Todo está dentro de nosotros, tanto que si pensamos que podemos lograrlo, como si creemos que no lo lograremos, en ambos casos tendremos la razón. Y saben que, lo peor que puede haber es tener razón, ello nos lleva a dejar a los demás sin palabras, lo cual termina aislándonos y las personas escapan de nosotros. Tener la razón es querer siempre imponer a los demás el conocimiento de uno sin dejar lugar a abrir debate, a expresar otras ideas y opiniones. SEAMOS INTELIGENTES y USEMOS LO QUE LA MADRE NATURALEZA NO HA DADO, UNA BOCA y DOS OREJAS, PARA QUE ESCUCHEMOS EL DOBLE DE LO QUE HABLAMOS.

Por último, esto fue propiciado por el psicólogo Ricardo Ros, del cual sigo semana a semana desde hace ya algunos años sus reflexiones. Pongo el enlace para que ustedes también lo escuchen ó lo lean como más les guste:


http://www.youtube.com/watch?v=mD2xxYmUjc0&feature=player_embedded#at=26