ASI PENSAMOS



Como en la vida misma, todo depende de una "CUESTION PERSONAL".

El poder de interpretación de cada uno es lo que nos hace individuales, compartirlo con los demás y estar expuesto a las críticas, condenas y quejas es el reto que nos ofrece este espacio de tiempo que nos ha tocado vivir. Somos seres sociales y por lo tanto nos expresamos y agradecemos tanto a los que comparten como a los que no, que ofrezcan su punto de vista, permitiendo sentirnos integrados en una comunidad.

No necesariamente tenemos que intentar ser imparciales, más bien todo lo contrario ser totalmente parciales, con nuestras vivencias, con nuestras creencias, con nuestras experiencias, eso sí desterramos los fanatismos.

Por lo tanto nuestra "CUESTION PERSONAL" se remitirá pura y exclusivamente a intentar ser lo más natural posible.


25 junio 2011

EDUCACIÓN PARA TODOS, CON TODOS JUNTOS

Cuando hablamos ó escribimos en este caso de educación inclusiva, lo primero en que tengo que pensar es hasta qué punto puedo desprenderme de los prejuicios de conciencia sobre aquellos que tienen capacidades distintas a la mayoría del común denominador de los seres humanos. Si logro deshacerme de esas ideas ó juicios incrustados en mi conciencia adquirida, comenzaré a tratar de entender las capacidades que tienen estos seres excepcionales, para ver cómo puedo ayudar a que ellos se desarrollen en un mundo donde son minoría.
Debemos eliminar barreras que lo único que hacen es coartar nuestra libertad de expresión frente a otros seres que tienen capacidades distintas a las nuestras. El problema de adaptación no está en ellos, sino en nosotros, que somos quienes tenemos que crear los mejores espacios de entendimiento y afecto para que se desarrollen con plenitud y sin discriminaciones. Generalmente los que nos tildamos de normales somos los discapacitados. Si créanme realmente la discapacidad está dada en la forma que protegemos y agobiamos a los que supuestamente dependen de nosotros, asfixiando su medio e inmovilizando su hacer y hasta su voluntad.
Lo fundamental es...  un cambio de enfoque. Cuando un ser humano y la sociedad de la que es miembro, presentan diferentes expectativas respecto de lo esperado de una persona en cada etapa de la vida y en los distintos ambientes en que se desenvuelve, por ese solo hecho ya es discriminado y marginado.
Si al momento del nacimiento, o por diversas circunstancias durante su vida (enfermedades, accidentes), resulta que esta persona no posee las facultades mínimas esperadas para su desenvolvimiento, se comienza a reconocer a la misma como con alguna discapacidad ya sea esta del orden físico y/o psíquico.

El rótulo de discapacitado supone disminución, y la palabra en sí puede predisponer a una connotación negativa de la persona, reconociéndose a la misma con un sentido que puede resultar hasta peyorativo. La expresión “es un discapacitado” muchas veces define a todo aquel al que se lo “diagnostica” como deficitario en algún aspecto. De esta manera, nos detenemos sólo en lo que alguien no puede hacer, debido a que sus propias facultades lo limitan para ello, sin contemplar la posibilidad de que esta persona pueda estar capacitada para algún o muchos tipos de realizaciones.

Existen diferentes actitudes frente a alguien con alguna discapacidad (sin importar el grado de incapacidad que esta tenga). El abanico se despliega desde quien presenta una total indiferencia (y al no adoptar ninguna responsabilidad es cómplice de “abandono” ante la situación) hasta el que, con afán de ayudar, se muestra sobreprotector (haciéndose cargo de todo y de todos, sin permitir su crecimiento). En ambos extremos el resultado es el mismo: la persona con alguna discapacidad asume un papel pasivo, que la instala en su cuadro, agravando de esta manera su propio estado.
Teniendo en cuenta lo expuesto, se debe fomentar aquellas actitudes relacionadas con reconocer las otras capacidades que la persona tiene, en vez de detenerse en todo aquello que no puede hacer.

La educación inclusiva es la mejor forma de dar la educación a los niños y niñas de un país para lograr una educación para todos con todos juntos. El compromiso tiene que estar apoyado por las investigaciones que demuestren los beneficios económicos y sociales junto a ejemplos de buenas prácticas tanto en países desarrollados, como en aquellos en vías de desarrollo. Lograr que esto prospere será una acción mancomunada de toda la sociedad, al igual que  instaurar en el mundo la tasa Tobin que no solo servirá para paliar la pobreza ó la desigualdad social, sino también financiar escuelas de educación inclusiva en todo el mundo. Con el fin que desde niños y desde la educación los seres humanos aprendamos a aceptarnos tal y como somos unos a otros.

Todos los cambios señalados no pueden llevarse a cabo si los docentes y especialistas no cuentan con las competencias necesarias para desarrollar una práctica educativa distinta. Por ello es fundamental renovar los programas de formación docente inicial y en servicio y de otros especialistas para responder a los requerimientos de la educación inclusiva. Es también importante que los profesores tengan unas condiciones laborales adecuadas, una mayor valoración por el trabajo que realizan y una serie de incentivos que redunden en su desarrollo profesional.
Uno de los grandes objetivos de las agencias internacionales es contribuir y apoyar a los países en este proceso de transformación de los sistemas educativos, para convertirlos en verdaderos instrumentos de integración social que permitan la plena participación de los ciudadanos en la vida pública. Las agencias internacionales han cumplido el rol de agentes coordinadores. Este rol debe ser reforzado y aumentado para que el desarrollo de la inclusión se introduzca en las agendas de trabajo de todos los países.
Es importante una relación de colaboración entre todos los implicados en el proceso: entre directivos, directivos y docentes, entre docentes, entre docentes y padres, y entre los propios alumnos. Los padres han de participar en las actividades de la escuela, en el apoyo de determinados aprendizajes en el hogar y en el control de los progresos de sus hijos.

Educar en la diversidad significa ejercer los principios de igualdad y equidad a los que todo ser humano tiene derecho, lo que conlleva a desarrollar unas estrategias de enseñanza-aprendizaje que personalicen la enseñanza en un marco y dinámica de trabajo para todos.
Según López Melero (1990, 1993), hay que tener en cuenta algunas claves en el quehacer educativo:

La primera clave: Un Curriculum Comprensivo, Único y Diverso.
Partir de un curriculum alternativo, no cargado académicamente, sino un curriculum que permita a todos-as los alumnas-os construir mecanismos y estrategias para familiarizarse con el conocimiento y que éste (el conocimiento adquirido) les sirva para resolver problemas de la vida cotidiana.
La Segunda clave: La necesaria re-profesionalización de los educadores. De la Reflexión a la Emancipación. La educación en y para la diversidad precisa de unos profesionales que sepan crear ambientes para enseñar a aprender.
La tercera clave: Interacción y la Heterogeneidad como Nueva Estructura Organizativa.
Educar en y para la diversidad no quiere decir que los alumnos tengan que trabajar solos o que la enseñanza no tenga que ser estructurada. Es un lugar donde se disfruta de la diversidad y el aprendizaje se convierte en una actividad placentera.
La cuarta clave: un Nuevo Estilo de Enseñanza. El Trabajo solidario y cooperativo entre los profesionales.
Este planteamiento llevará a un desarrollo coordinado de la acción educativa, buscando esa misma sintonía de acción en las distintas experiencias educativas, tales como la convivencia en situación de coeducación, las experiencias de integración de personas con necesidades educativas específicas, las experiencias de intercambios permanentes con el medio...

La quinta clave: La participación de la familia y de la comunidad como recurso y apoyo en el proceso de la educación intercultural.

Las personas con discapacidades no tienen muchas posibilidades de elegir según sus propios deseos y gustos, debido a la rutina institucional fomentada en la familia y en la escuela y a los programas asistenciales y poco educativos a los que han sido sometidos.
Buscaremos un cambio en el paradigma educativo para lograr escuelas inclusivas? Lucharemos por la integración hacia la inclusión; enmarcado en el derecho a la educación, con  igualdad de oportunidades y de participación?. Esto se traducirá en escuelas para que atiendan a toda la comunidad como parte de un sistema inclusivo, desde las políticas en general, hasta la reestructuración educativa y el contexto sociocultural.
La inclusión es entonces, una manera distinta de entender la educación, implica pensar en una nueva filosofía, con nuevas formas de analizar la cotidianidad escolar, de trabajar y de convivir, es decir, requiere un conjunto de acciones escolares, sociales y de la comunidad que eliminen las barreras que impiden la participación de los estudiantes en el aprendizaje, aceptando y valorando las diferencias individuales.
“HACER TODO PARA ELLOS, PERO NADA EN SU LUGAR” Max Abric
 

Damos por descontado su apoyo, su voluntad y la buena voluntad que los puede guiar, quizás si nos permite le exigimos se pliegue a esta propuesta, difundiendo y anotándose en este espacio para generar el apoyo a otros que ya están involucrados. Desde ya Gracias a todos.

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