REDES SOCIALES JOVENES AL PODER

Sin admiración y sin temor, así enfrentan el reto que suponen las nuevas tecnologías y en particular la experiencia de las redes sociales, esta nueva generación que crece y se desarrolla a partir de la primera década de este nuevo milenio. Dominarlas no representa cuestión más difícil que cualquier juego de niños a los que estamos acostumbrados los mayores. Para estos niños y adolescentes que utilizan las redes sociales sin prejuicios y sin percatarse muy bien a que están expuestos, les puede más la curiosidad de lo que existe al otro lado de la pantalla, que la seguridad ante males que desconocen.

Muchas veces son afectados en su credulidad, no sé si en su inocencia, pues tienen muy en claro sus derechos, no así sus deberes y obligaciones, lo que manipulan a su antojo según les convenga, lo que sí,  es que los provee de nuevas inquietudes e interrogantes. El tema central es como y a través de quien filtran todas sus dudas, quien está preparado para guiarlos en los conocimientos prácticos que obtuvieron  virtualmente. A pesar de que en sí, la gran mayoría no encuentra mentores que los guíen correctamente, en sus comentarios entre ellos, aportando unos y otros lo que saben y...
se dice de cada tema, van encontrando ampliar su conocimiento y desarrollando prácticas más ó menos certeras que les dará una experiencia de vida y los llevará por caminos, que tal vez sus predecesores luego, critican, condenan, se quejan y excusan de que no tuvieron tiempo para atenderlos ó que a ellos nadie les enseñó cómo educarlos.

Hoy por hoy no creo que se trate de encontrar culpables, ni de redimir quejas, más bien lo que se debe es responder a las nuevas tecnologías, y la gran mayoría de los seres humanos por no decir  todos, estamos aletargados, adormecidos ante el avance de los medios tecnológicos. Lo único que se ve es un estado contemplativo y de pasividad, sólo un ínfimo porcentaje es capaz de reaccionar. Esos son, los que todos vemos que tienen resultados, aparentemente económicos y/o  de poder, porque regentean corporaciones que imponen ritmos de vida y acondicionamientos ciudadanos globalizados contra los que no se puede ir, luego que son paridos. Ahora, para sus fueron íntimos sumarán a sus logros económicos y/o de poder, realizaciones que les permita estar gozosos y tener una autoestima lo suficiente alta como para llevar una vida de armonía.

Esta tecnología (las redes sociales), tan impresionantemente avasalladora que ha llegado para quedarse, y que ha brindado fuentes de conocimientos de enorme valor, tan bien es aprovechada sobremanera por individuales ó grupos sin escrúpulos que escamotean, engañan y estafan a todos aquellos que caigan en sus redes y se involucren en su fraude. Ahí es donde está el meollo de la cuestión, esta es la zona donde intervienen los funcionarios que administran justicia y velan por  una sociedad que debiera ser justa y equitativa. Y al respecto, no existe los antecedentes ni una trayectoria en esta materia que diga por donde se debe ir, es entonces cuando las autoridades intentando ser lo más ecuánimes posible van a tientas, lentamente y midiendo cada paso, pues solemos ver como unas veces son acusados de negligentes y otra por todo lo contrario de supresores de las libertades de comunicación de los individuos.

En el candelero a esta fechas el caso de twitter y lo perfiles que fomentan anorexia y bulimia, donde la red social se ha negado a bloquear dichos perfiles, esgrimiendo que es para preservar la libertad de expresión.

En su mayoría los niños aprenden a utilizar las nuevas tecnologías antes que los cubiertos para comer, eso sí siempre alentados por las graciosidades de los padres, que les ponen primero el móvil en la oreja, para luego pasar a comprárselo, y un paso más adelante los sentamos frente al ordenador porque nos parece muy divertido. Viven frente al ordenador jugando y comunicándose y muchos progenitores creen que lo saben porque ellos también navegan, pero la diferencia está en que los padres usamos Internet y los niños viven en él.-

Breve y clara la exposición que hace Guillermo López, Profesor Titular de Periodismo (UV) sobre adolescentes y redes sociales.