ASI PENSAMOS



Como en la vida misma, todo depende de una "CUESTION PERSONAL".

El poder de interpretación de cada uno es lo que nos hace individuales, compartirlo con los demás y estar expuesto a las críticas, condenas y quejas es el reto que nos ofrece este espacio de tiempo que nos ha tocado vivir. Somos seres sociales y por lo tanto nos expresamos y agradecemos tanto a los que comparten como a los que no, que ofrezcan su punto de vista, permitiendo sentirnos integrados en una comunidad.

No necesariamente tenemos que intentar ser imparciales, más bien todo lo contrario ser totalmente parciales, con nuestras vivencias, con nuestras creencias, con nuestras experiencias, eso sí desterramos los fanatismos.

Por lo tanto nuestra "CUESTION PERSONAL" se remitirá pura y exclusivamente a intentar ser lo más natural posible.


19 septiembre 2011

FANÁTICOS ENLOQUECIDOS


Llevo ya algunos años leyendo la columna de Ricardo Ros, Psicólogo, pues me resultan muy profesionales y fáciles de entender sus reflexiones sobre distintos tópicos de la realidad actual que nos toca enfrentar.  En la entrega del  13 de septiembre concretamente me dio en el ángulo sobre ese tema tan urticante como son las críticas. Y mejor resumido, que lo que él ha expuesto, yo no lo voy a hacer, así que aquí les queda el enlace: http://www.ricardoros.com/blog/2011/09/criticame-por-favor/

Si me permiten, me gustaría agregar algo. El aceptar las críticas lleva toda una lectura interior, con una preparación  de nuestro estado anímico y saber controlar nuestro carácter a tal punto, que no solo es la cara que mostramos a los demás y nuestro único y realmente sentido de aceptación de los demás. Es ver en proyección hacia el futuro cuanto de lo que pongamos en práctica nos permitirá crecer como personas, ya no solo frente a otros, sino lograr aceptarnos tal como somos y poder armonizar nuestra vida.

En ciertas ocasiones, uno logra hacerse de conocimientos, pues tiene interrogantes e intentando desasnarse, va compilando cierta información que no solo es nueva, pues también y en cierta medida resulta fascinante,  y quedamos sorprendidos de que aunque parezca tan evidente, no nos fuera revelada con anterioridad. El asombro nos llega a indagar más y a reafirmar  y ser convencidos de pleno de su absoluta realidad. 

La emoción corre entonces por nuestras venas, y salimos disparados como bala de cañón, sin siquiera medir consecuencia alguna, a propagar las buenas nuevas que hemos descubierto, casi como fanáticos enloquecidos. Y aunque en el mejor de los casos, nos asista toda la información recopilada y las verdades más grandes del mundo, invadimos privacidades sin pedir permiso y desestabilizamos  la zona de confort en que se encuentra al que le intentamos contar nuestros hallazgos y descubrimientos. Más cuando la emoción de nuestro descubrimiento no lleva a ser vehementes y dar por hecho que el que nos escucha tiene que aceptar  y reconocer sin chistar. 

En este punto es donde muchas veces entramos en crisis, pues no consideramos que los demás tienen sus creencias y sus puntos de vista, que son con los que hasta ahora han planteado su vida. Y llegar de tontas a locas con toda una información que desacredite las creencias que has sostenido toda tu vida, no solo predispone, también hace que reacciones y no siempre de la mejor forma. En suma, es cuestión de lucha interior, entre disfrutar los descubrimientos y todo lo que este maravilloso mundo va poniendo delante y manejando el arte de dosificarlo para no avasallar con intolerancia. Es un problema del que lo percibe y no de los que están ajenos a él.-

0 comentarios:

Publicar un comentario