NECESIDAD y URGENCIA versus DESESPERACION

Pienso que a lo necesario y urgente, hay que ponerle mucho cuidado para que no se convierta en desesperado. 5 ó 10 minutos bastan para elucubrar un plan de acción y ½ hora en plasmarlo en papel (para que no se nos olvide) y dividirlo en tantas partes como sea necesario, hasta ver que cada una de esas acciones son tangibles, dominables y fáciles de realizar por uno mismo.  Cuál es el objetivo: ganar dinero rápido? Pues entonces, hay que planificar algunas acciones que nos lleven a eso. Escribirlas, y al lado de cada una poner con fecha que acción estoy dispuesto a hacer en el momento indicado  como camino a concretar mi objetivo.

También hay que tener un objetivo con su correspondiente plan que sea una alternativa, pues si no me da resultado uno, ahí tengo el otro. O tantos planes alternativos como uno sea capaz de manejar. Eso sí, si no ponemos fechas para  revisar nuestro progreso, el proyecto u objetivo se eternizará en el tiempo. Saber medir a conciencia el progreso ó el retraso, en su justa medida, es no perder el tiempo. Cuando marcamos acciones destinadas a obtener un fin, en principio probamos y tanteamos que tan preparados estamos para llevarla adelante, si entendemos que nos faltan conocimientos, debemos hacernos de ellos; claro el lograr esos  conocimientos no pueden insumir más tiempo que el que nos marcamos para obtener nuestro objetivo, pues, sino sería totalmente irreal.

El punto que siempre dejamos de costado, ó tangencial es el que mide con honestidad nuestra capacidad y/o voluntad para llevar adelante nuestros objetivos. Quiero, quiero, quiero,...
pero soy capaz en realidad de estructurar un plan de acción y motivación para llevarlo adelante? Ó a las primeras de cambio lo aparco, y entro en un estado de reproche y abandono? Y lo peor, con quien me desquito? Cuanto menos trabaje nuestro estado neuroemocional, más rápido llegará a la paralización total y a conformarse con lo que tiene tanto, social, afectiva y económicamente. Eso es que cada día justificaremos más nuestro estado de confort y comodidad <y total para qué, si esto no es para mí> ó <nadie me va a ayudar y yo solo no puedo>.

¿Habéis oído hablar de la “Excusitis”?.                             

Es una enfermedad endémica que se agrava si no es atacada a tiempo.

Si no se erradica, termina causando dos enfermedades aun más graves: la “Desmoralitis” y la “Fracasitis”. Definición de la enfermedad: Se manifiesta con agudos ataques de excusas surtidas. Las excusas son las mentiras con que queremos convencernos a nosotros mismos para no hacer algo, o para evadir responsabilidades ante la vida.

“TENGO MIEDO” ¡La indecisión y el aplazamiento de las decisiones sólo hacen crecer el miedo!. No hay que dilatar inútilmente lo que sabemos que tendremos que enfrentar tarde o temprano. Hablemos con esa persona, vayamos donde tengamos que ir, tomemos esa decisión de una vez. Nos sacaremos un peso de encima y adquiriremos nueva confianza en nosotros mismos. La próxima vez que seamos víctimas de esta enfermedad y queramos usar una excusa de estas, pensemos primero… “¿A quién quiero engañar?”

O como le oído decir a uno de mis mentores: “Quien no tiene éxito, tiene excusas”

El reto además de admitirlo para nuestros fueron íntimos, es tener la humildad suficiente para saber buscar ayuda, y pedir opinión a los que realmente sabemos que intentarán ponerse en nuestra piel, para decirnos con total honestidad, que es lo que les parece, y sugerirnos caminos complementarios ó acciones paliativas en las que nos puedan ayudar. En definitiva, encontrar un mentor que nos acompañe en el camino que queremos transitar para obtener nuestros objetivos. La aventura y los retos se olvidan si no se practican, junto con la osadía y el atrevimiento, cualidades que en un 100% nos ponen frente a una mayor cantidad de oportunidades. Citando a Joaquín Lorente en <PIENSA, ES GRATIS> “Y cuando todo ha funcionado, uno recuerda que su suerte empezó porque detectó y estiró del invisible hilo del azar”

Ahora es el momento, de decir, de comunicarte, de aventurarte, de contagiar y contagiarte de la magia del universo y de la vida. Tú eres capaz al igual que todos los seres humanos, compártelo con todos. Con alegría y objetivos los caminos aparecen por sí solos. ¿No lo crees, dudas?

PUES DEMUESTRAMELO.