ASI PENSAMOS



Como en la vida misma, todo depende de una "CUESTION PERSONAL".

El poder de interpretación de cada uno es lo que nos hace individuales, compartirlo con los demás y estar expuesto a las críticas, condenas y quejas es el reto que nos ofrece este espacio de tiempo que nos ha tocado vivir. Somos seres sociales y por lo tanto nos expresamos y agradecemos tanto a los que comparten como a los que no, que ofrezcan su punto de vista, permitiendo sentirnos integrados en una comunidad.

No necesariamente tenemos que intentar ser imparciales, más bien todo lo contrario ser totalmente parciales, con nuestras vivencias, con nuestras creencias, con nuestras experiencias, eso sí desterramos los fanatismos.

Por lo tanto nuestra "CUESTION PERSONAL" se remitirá pura y exclusivamente a intentar ser lo más natural posible.


13 febrero 2013

Educación Sin Pie Ni Fundamento



Ante la adversidad económica actual, y luego de criticar, condenar, dar excusas y quejas, buscando la raíz primera de todo el gran problema, que como no podía ser de otra forma también es globalizado, llegamos a la conclusión que realmente lo que está en crisis hoy en día, son los valores del ser humano. Valores que se recogen en la primera etapa de la vida, parte de ellos traspasados por nuestro medio familiar y el entorno que nos rodea, para agregar un instante después el entorno educativo

Los resultados desastrosos arrojados hoy en día por los sistemas educativos en general, mediciones efectuadas gracias a las nuevas tecnologías, dan la pauta de un desfasaje entre la realidad de la vida cotidiana y los programas de educación, de la disparidad en los objetivos perseguidos por los distintos actores intervinientes; unos inspirados en modelos arcaicos sin evolución y otros enclaustrados en ideas y pensamientos de miedo y castigo. Y la gran pregunta es: ¿quién o quiénes serán los seres humanos con una capacidad mental distinta para lograr ver diferencias importantes al momento de plantear nuevos objetivos a alcanzar con programas de estudios adaptados a las circunstancias especiales de cada individuo? ¿Cómo lograr liberar la mente humana para comprender que el enfoque que al presente se sigue utilizando ya no sirve? 

El ser humano exige libertad, ¿pero su mente está preparada para saber qué hacer con la libertad? Hasta el presente la raza humana ha sido educada para obedecer, por medio del miedo y la recompensa. Obediencia para respetar reglas de convivencia, que luego se convierte en sumisión a los que tienen el poder. Poder ejercido por medio de imperios económicos a través de organizaciones y asociaciones clandestinas - de las cuales muchas hoy están saliendo a la luz - que pagan “fuerzas oficiales” para tener a la gran masa a raya. Para los que ostentan un confort medianamente aceptable, mientras no les toquen su peculio, dejan que todo suceda y condenan a los que se quejan. Es más, una gran mayoría de los que se quejan, lo hacen porque no pueden alcanzar el nivel de comodidad que otros tienen, NO buscando nuevas formas de relacionamiento y convivencia.

En medio de toda esta crisis de identidad de las grandes mayorías del mundo globalizado, se encuentra la forma en que educamos a las futuras generaciones. Sin motivación, sin energía, sin alientos, con más prohibiciones que incitación y fomento de la capacidad humana. Unos porque están atrapados y otros porque desconocen, los primeros se disculpan diciendo que la vida los ha condicionado de esa forma y a los segundos porque no les han enseñado.

“Yo creo que nuestra única esperanza para el futuro es adoptar una nueva concepción de la ecología humana. Una en que reconstituyamos nuestro concepto de la riqueza...
de la capacidad humana. Nuestro sistema educativo ha explotado nuestras mentes como nosotros lo hacemos con la tierra: buscando un recurso en particular. Y para el futuro esto no nos va a servir. Debemos repensar los principios fundamentales bajo los que estamos educando a nuestros hijos. Hay una cita maravillosa de Jonas Salk: “Si desaparecieran todos los insectos de la tierra, en 50 años toda la vida en la Tierra desaparecería. Si todos los seres humanos desaparecieran de la Tierra, en 50 años todas las formas de vida florecerían”. Y él tiene razón. Debemos usar el regalo de la imaginación humana  de manera sabia. Y la única manera es ver lo ricas que son nuestras capacidades creativas, y ver la esperanza que nuestros hijos representan. Y nuestra tarea es educar su ser completo para que puedan enfrentar el futuro”.



Estas son palabras de uno de los más renombrados críticos de la de educación actual, el experto en creatividad e innovación Ken Robinson que ya en su informe que data de 1999 llamado “El Informe Robinson” publicado por la Secretaria de Estado Británica nos dice: “La estructura de la educación está cambiando bajo nuestros pies, estamos en un proceso de inflación académica. De repente, los títulos no valen nada”
La relevancia de este informe es de tal importancia que desde entonces lleva moviéndose un conglomerado de distintos actores, para nada circunstanciales, que en base a una búsqueda de soluciones intentan conducir la educación, sin mucho criterio ni conocimientos.



La educación tiene dos significados: educare que significa “conducir”, llevar a un Hombre de un estado a otro; y educere que significa “extraer”, sacar algo de dentro del Hombre. Esta noción etimológica revela dos notas de la educación: por un lado, un movimiento, un proceso y, por otro, tiene en cuenta una interioridad a partir de la cual van a brotar esos hábitos o esas formas de vivir que determinan o posibilitan que se diga que una persona “está educada”. Sin embargo, no toda perfección es educación. La educación debe ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar nuestros valores, fortaleciendo la identidad nacional. Se refiere a la influencia ordenada y voluntaria ejercida sobre una persona para formarle o desarrollarle; de ahí que la acción ejercida por una generación adulta sobre una joven para transmitir y conservar su existencia colectiva. Es un ingrediente fundamental en la vida del hombre y la sociedad y apareció en la faz de la tierra desde que apareció la vida humana. Es la que da vida a la cultura, la que permite que el espíritu del hombre la asimile y la haga florecer, abriéndole múltiples caminos para su perfeccionamiento.

Como vemos nada más dispar esta definición con las consecuencias que arroja actualmente la educación. Las consecuencias han llevado ya a una generación que no sabe planificar sus objetivos y que son arrastrados en masa. En pocos años más concluiremos la segunda generación perdida. Para los que ya hemos pasado la quinta década ¡¡¡Qué futuro tan incierto nos espera…!!!

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