RECUERDOS QUE NOS HACEN FUERTES EN EL PRESENTE

Las actitudes son distintas de la aptitudes aún así son totalmente interdependientes, pues por muy apto que seas para realizar cualquier actividad, acción, etc. si careces de la actitud correcta, te será casi imposible llevar a cabo la realización que tienes planeada, y aun forzando tu voluntad y siguiendo un esquema planificado con anterioridad y cumpliendo con la mínima exigencia para culminar el objetivo indicado, de poco utilidad para tu realización personal acarreará dicha obra por carecer del estado de ánimo indicado.

En jerga coloquial, esto es como la pregunta de qué fue primero, si el huevo ó la gallina, te obligas a realizar una tarea sencilla que conlleve poco tiempo para obtener resultados positivos que estimulen tu autoestima y así generar la motivación y el entusiasmo necesario que nos lleve a realizaciones más complejas?, ó buscas esos anclajes que sabes que poco a poco te van a estimular y generar en ti la energía y el empuje, motores esenciales de la voluntad para hacer lo que de cualquier manera debes hacer?

Los anclajes son todas esas pequeñas cosas que nos dan satisfacción y generan en nosotros estados de ánimos eufóricos y vibrantes, pueden ir desde un simple tema musical, pasando por una reparadora ducha, hasta una serie de actividades físicas. Debes ser tú quien descubra que cosas ó hechos te mueven, te cargan con energía positiva, te pongan de buen humor y te dé ganas de hacer más, y, luego que las reconozcan tenerlas siempre a mano para cuando las necesites. Haz un repaso mental de aquello que crees que es importante en tu vida, y luego imagínate que te lo arrebatan todo de un día para el otro. A partir de ahí no esperes a perder lo que tienes, comienza a valorarlo ya.

Pues tirando de mis anclajes, me vino la morriña en gallego, lembrança en portugués ó nostalgia en castellano, a raíz de escuchar el tono de un móvil con la música de aquellas pelis de cowboys de los 70’ y más concretamente...
el tema central de “El bueno, el malo, el feo”, cuando el lejano oeste era europeo, más bien español y de Almería. Y una serie de directores y artistas italianos inundaba los platos de la industria cinematográfica española. Entre ellos el director de cine Sergio Leone y el músico Ennio Morricone del film antes mencionado. Artistas como Franco Nero (Django) Giuliano Gemma (Ringo), Gian Maria Volonté, Lee Van Cleef y el que más partido le sacó y lo catapultó a la fama fue a Clint Eastwood.

Ahí no termina, una viene a colación de otra, y así me vino a la mente aquella canción lejana en el tiempo “Jinetes en el cielo” interpretada legendariamente por Johnny Cash y versionada y tal vez conocida mayoritariamente gracias a eso por RAPHAEL, sobre todo en sus primeros años de éxitos en que fue invitado al programa de Tom Jones y juntos cantaron uno en español y el otro en inglés “Gosth riders in the sky” por su nombre en inglés, compuesta en 1948 por Stan Jones cuando trabajaba para el Servicio de Parques Nacionales en el Valle de la Muerte, en California.

Músicas de un tiempo pasado, con sabor a recuerdo de buenas épocas, donde la juventud campea ignorante a sus anchas haciendo gala del todo lo puedo y al mundo por delante me llevo, añoranzas de reminiscencias de las cuales conocemos su valor por la pérdida infringida por el tiempo, que si aún sirven para infundirte energía y hacerte vibrar bien ganado su apelativo de recuerdo tendrán.

En estos tiempos de desmotivación y desaliento que corren, todos los materialismos que nos inculcaron, resultan ser quimeras inalcanzables económicamente y agobios emocionales que llegan incluso a involucrar

nuestra propia salud física y mental, va siendo hora de que usemos nuestras reservas de vivencias y emociones, no para vivir en el pasado, más bien para tomar el impulso y enfrentar por lo pronto el presente, que es nuestro único bien activo y el más valioso.-