Todos lo intentamos, en todo momento, y siempre creemos ir por el lado cierto. Y cuando las cosas no funcionan nos cuestionamos para salir siempre ganando, pues es el otro el que siempre lleva la culpa de que la amistad que le brindamos no funcionó. Por mucho que tratemos de enmascarar la situación tratando de convencernos a nosotros mismos, de igual forma nos queda un amargo sabor de boca. En definitiva: ¿Cómo ser amigo de todos?
Interesándose sinceramente por los demás, no siendo ni pelota, ni autoritario y renunciando a los protagonismos. La amistad es una práctica que lleva su tiempo, y aunque cuando recién conozcas a alguien y te caiga bien, sintiendo como que se conocieran de años, el relacionamiento posterior te dirá si compartes las actitudes de esa persona.
No estás aquí para decir quien sí y quien no, simplemente aceptas los que hay ó pasas de ello. La gente es como es, tú decides si la aceptas como es ó no. Mas luego, tendrás que luchar para que los demás te acepten a ti, tal cual eres, natural y sincero y eso amigo, requiere grandes dosis de paciencia, tolerancia y muy buen humor.
Siempre ten a mano un chiste, breve y gracioso, puede salvar una relación de amistad, de compañerismo, sentimental, familiar, etc., mejor es que te recuerden por tu veta graciosa que por la ácida. La mano extendida es signo de amistad, extiéndela primero a ti, que luego lo harás automáticamente para los demás.
<La amistad es como la mayonesa: cuesta un huevo y hay que tratar de que no se corte>. <Fue tan vago en su vida que en su lápida se leía: “Aquí continúa descansando”>
La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés. Marco Tulio Cicerón
PARA LOS NOSTALGICOS
0 comentarios:
Publicar un comentario