Por qué la detención y
deportación de la joven de etnia gitana Leonarda en Francia, ha convulsionado
no solo a gran parte de la población, tanto desaprobando como aprobando la
acción del gobierno, sino que además se ha convertido en el revuelo mediático
del momento?
El suceso ha tocado uno de los
temas más sensibles, como son la inmigración y los gitanos, pero en especial,
lo sorprendente de la detención de la joven, deja al descubierto fallas en
cuanto a autoritarismo y a derechos humanos, pasando en cierta forma por arriba
de los sagrados valores de la República Francesa: Libertad, Igualdad y
Fraternidad.
En definitiva este caso en particular es solo el detonante de que hoy
Francia vive un despertar abrupto. Descubre que su geografía humana no es sólo
blanca, que no sólo es de varios colores, sino que además es pobre y se la ha
privado de consideración, producto en gran parte de años de malsana
colonización.
En el centro de esta revuelta late la cólera de una juventud francesa
hija de la inmigración; una juventud pobre a la que no se ha tenido en cuenta y
que vive bajo vigilancia policial. Francia es su país, pero no los reconoce, no
les hace sitio en la mesa, y esto les hace sentirse excluidos, rechazados, y
les devuelve una imagen de sí mismos que rechazan.
Estos jóvenes no son extranjeros,
no son inmigrantes, son franceses venidos a menos, con un destino frustrado por
la pobreza, por un entorno social malsano y por una historia que se ha
convertido en una desventaja. Son franceses de segunda clase por ser hijos de
inmigrantes, por no ser completamente blancos de piel y por no sacar buenas
notas.
Las tensiones políticas y
sociales desatadas han degenerado. Son el reflejo de que Francia no ha hecho
bien su trabajo, ha olvidado atender a esa población que sólo pedía trabajar y
vivir con dignidad y en paz.
Es necesario cambiar la mentalidad francesa para que acepte esta nueva
realidad: Francia es un país cuya geografía humana ha cambiado; su futuro es
ser un crisol de diversos colores, de diversos sabores y especias.
Y dentro de Europa, el caso de Francia no es un hecho aislado, la
xenofobia y el racismo, ha resurgido para culpar a los más desprovistos de los
males económicos, derivados de las malas gestiones de gobiernos incapaces e
inescrupulosos que dan como resultado la crisis en que estamos inmersos.
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